De viaje con nuestro perro: cómodo, seguro y… ¡sin multas!
Como un miembro más de la familia, nuestro perro también tiene sus propias necesidades de movilidad: al veterinario, a la segunda residencia, de visita a familiares o amigos o, simplemente, de paseo por el campo. Como un miembro más de la familia, también queremos ir de viaje con nuestro perro y que lo haga lo más cómodo y, sobre todo, lo más seguro posible. Con la salvedad, claro está, de las características físicas del animal, sus necesidades particulares y que sus reacciones son a menudo imprevisibles.
Qué dice la normativa
No existe una normativa específica que indique cómo deben viajar los perros –u otros animales– en el coche ni cuáles son los dispositivos a utilizar. Sin embargo, la última reforma de la Ley de Tráfico sí especifica la responsabilidad del conductor de “mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados”.
Según este precepto general, viajar con animales sueltos puede suponer una multa de 100 eurosante el riesgo de que puedan interferir en la libertad de movimientos o el campo de visión del conductor. Si se considerase conducción negligente, la sanción podría alcanzar los 200 euros.
Qué sistemas de sujeción son más seguros para ir de viaje con nuestro perro
Descartada la opción que el animal viaje suelto o –lo que es lo mismo– en brazos de su dueño, en el mercado existen diversas opciones para un transporte seguro de perros. La elección del sistema más adecuado dependerá básicamente del tamaño del animal y de las características del vehículo.
Como recoge la revista Tráfico –editada por la Dirección General de Tráfico (DGT)– en su artículo “Mascotas sobre ruedas”, los principales sistemas de sujeción son:
Arnés: puede ser de uno o dos enganches y, según los modelos, puede ajustarse al cinturón de seguridad o al anclaje Isofix. El arnés de dos enganches es mucho más seguro porque evita que el animal pueda salir despedido en caso de colisión.
Transportín: en caso de transportines pequeños se recomienda llevarlos en el suelo del vehículo mientras que los transportines grandes deben llevarse en el maletero, en posición transversal a la dirección de marcha. Se desaconseja llevarlos sujetos por el cinturón de seguridad –no diseñado para este tipo de objetos– y, lógicamente, se descarta completamente llevarlos sueltos.
Redes o barreras de metal: se presentan como la solución más efectiva para evitar distracciones al conductor y asegurar la libertad de movimientos del animal. Sin embargo, al viajar suelto, puede sufrir lesiones graves en caso de colisión.
Remolque: en el caso de perros de mayor tamaño o personas que deban transportar a más de un animal, también existen remolques en forma de jaulas. Por su robustez y como elemento externo al vehículo sería el sistema más seguro pero, lógicamente, no sería el más cómodo para la mayoría de la población.
¡Y sentido común!
Como siempre, también al ir de viaje con nuestro perro u otras mascotas, hay que apelar al sentido común en aspectos como los tiempos de descanso –las áreas de descanso son un buen lugar para que conductor y perro estiren las piernas y hagan sus respectivas “necesidades” –, la precaución al abrir el vehículo –el animal puede salir corriendo y generar situaciones de riesgo– o dejar al animal dentro del coche con temperaturas altas.
Fuentes : RACC