A los que seáis sensibles no tengáis miedo de leer la obra de Jans. No temáis a las lágrimas ni a las sonrisas. Leed esta historia de amistad, una amistad más allá de las especies, más allá de las palabras. Una amistad que se escribió sobre el hielo de los prejuicios, y consiguió derretirlos.
No temas al lobo feroz, al lobo, al lobo. Teme a tu ignorancia, a tu superstición, a tus miedos. Cuando los abandones, quizás un día, con suerte, tengas un amigo libre y salvaje como Romeo, y si no llegas a conocerlo que al menos puedas oír sus aullidos en los bosques.
¿Realmente ama el hombre a lo bello ? a lo bueno ? a lo salvaje ? a lo libre ? ¿Realmente lo admira ? ¿O más bien lo teme ? lo envidia ? Pocas son las almas valiete que se atreven a querer a aquél que sobresale, que brilla, que emana belleza, bondad, iteligencia.
Pocas son las almas que, como Nick Jans y sus compañeros, aman realmente al lobo.