En nuestros viajes, las paradas para comer son el inicio de nuestras cómplices miradas...
No es obligación tener un perro y para muchos tenerlo no es necesariamente generar un vínculo con él, pero que grato es cuando vemos esa mirada cómplice !!
Para ellos somos todo su mundo ! tan grande o tan chiquito como se lo queramos hacer.
Que otra cosa podemos ofrecerle que no sea lo mejor que esté en nuestras posibilidades.
En fin, esas miradas lo valen.
No es obligación tener un perro y para muchos tenerlo no es necesariamente generar un vínculo con él, pero que grato es cuando vemos esa mirada cómplice !!
Para ellos somos todo su mundo ! tan grande o tan chiquito como se lo queramos hacer.
Que otra cosa podemos ofrecerle que no sea lo mejor que esté en nuestras posibilidades.
En fin, esas miradas lo valen.